viernes, febrero 7, 2025
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El Ninja en la Nieve

Por Ninja Culture

Relato ninja

Se cuenta que la historia de Minamoto no Yoshinaka (1154-1184) que fue un samurái perteneciente al clan Minamoto que participó durante las guerras Genpei en contra del clan Taira y fue confirmado como Seii Taishōgun por la corte.

Contra los Taira tuvo una importante victoria durante la batalla de Kurikara. Sin embargo, Yoshinaka murió en 1184 combatiendo el ejército de sus primos Noriyori y Yoshitsune, quienes fueron enviados por Minamoto no Yoritomo.

Se cuenta en algunos registros no oficiales, ya que aun no se había institucionalizado la historia del Yamato (como se le conocía antiguamente a Japon) que dicha victoria se debió a que los generales de Yoshinaka fueron emboscados en una zona montañosa rodeada de árboles por hombres armados que traían entre sus filas a lo que ellos conocían como Shinobi (Ninja), un hombre que se camufló con la naturaleza que en aquella ocasión sufría de una extrema nevada mientras las batallas se desarrollaban.

La historia cuenta que los 6 generales de Yoshinaka que buscaban abrir un paso entre la nieve para llegar a los ejércitos de los primos Noriyoki y Yoshinutse, llegaron con sus cinco mil hombres (algunos dicen que más) a un paso montañoso que se extendía alrededor de una zona boscosa muy tupida, se sabía por informes de agentes infiltrados que pasando esa zona podrían sorprender al ejército enemigo en sus espaldas y les aseguraba una tremenda victoria. Ya que Yoshinaka atacaría de frente permitiendo que el ataque en ambos lados les hiciera infringir un innumerable cantidad de bajas enemigas y conseguir derrotarlos.

Cuando la zona de aquel lugar se quedaba a oscuras por la noche la nieve caía con mucha más intensidad, fue en las «faldas» de la zona montañosa donde decidieron acampar esa noche, se instalaron entre las rocas y los árboles de aquél lugar. No sabian los generales que el pernoctar allí sería la perdición de ellos y sus hombres. Esa noche de tremenda nevada que seguía cayendo sobre ellos.

Cuentan los registros que quienes perdieron la vida primero aquella noche fueron los vigilantes del campamento, uno a uno fueron cayendo por lo que no pudieron alertar que un grupo de miles de hombres (se calcula entre 2 y 3 mil personas) ya se acerca a los 6 generales y a sus miles de hombres.

El primer paso ya estaba dado, los centinelas fueron neutralizados en sus puestos, allí mismo algo o alguien los fue asesinando poco a poco en el transcurso de las horas de la noche.

Los siguientes pasos fueron envenenar el agua y provisiones del aquel ejército, seguido de una estampida de los caballos que hizo notar que algo extraño estaba pasando. Pronto se dieron cuenta los generales y su ejército que no estaban solos. Pero ya habían pasado algunas horas de ello. No estaban solos… y la tormenta de nieve les impedía ver quien o quienes eran los responsables.

– ¡Que alguien busque y organice a los centinelas ! – Gritaron pero esos gritos se apagaron en la noche.

Una lluvia de flechas cayó sobre el ejército de los 6 generales, muchas cayeron heridos mortalmente, otros quisieron huir para replegarse y reorganizarse pero muchos de aquellos hombres empezaron a marearse y a vómitar o sacar espuma de la boca… habían bebido y comido las provisiones envenenadas durante apenas unas horas antes, sin que se dieran cuenta.

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Lo siguiente fue el ataque que el ejército de los 6 generales sufrió en la oscuridad del bosque, ya se habían alejado de la montaña. Entre la oscuridad de la noche, no se sabía quienes eran amigos o enemigos sólo habia que defenderse si o si con lo que tuvieran al alcance, los generales consideraban que el regresar al punto de donde vinieron era ir a una muerte segura, por lo que la decisión era avanzar en una nueva ruta a través de bosque nevado.

Durante toda la noche fueron atacados una y otra vez aquel ejército, se defendían como pudieron y lograban alejar a los atacantes. Por lo que para ellos repeler los ataques una y otra vez era la efectividad que necesitaban para el momento. Pero lo que no les permitía ver la oscuridad y la nevada era la reducción del ejército, las bajas considerables que ya tenían.

Por fin llegaron las primeras horas del amanecer, así como el doloroso recuento de lo que había pasado con aquel ejército. Sólo quedaba un grupo de hombres que no alcanzaba ni la centena junto a los 6 generales. Los hombres que quedaban en su mayoria estaban heridos y otros iban cayendo agotados por el clima extremo, las heridas o por el envenenamiento provocado .

Los que quedaban de pie en buen estado físico habían visto que ya no los seguían a trabes de la nieve, o por lo menos eso era lo que creían. En el Japón medieval se sabía que los líderes inspiran mucho respeto y honor, por lo que la muerte de alguno de ellos o todos ellos haría que el resto de los hombres se rindiera al no tener a sus dirigentes.

Por lo que la batalla estaba por definirse de la forma más asombrosa e increíble…

La nieve seguía cayendo con intensidad y el sol aún no lograba salir porque la tormenta lo ocultaba todavía.

– ¡Cuidado tenemos un intruso!- Gritó uno de los hombres del ejército. Para luego desaparecer bajo la nieve, al ser arrastrado por algo o alguien.

A continuación la formación de defensa de los hombres y los 6 generales se orientó hacia el punto donde desapareció aquel que alertó la presencia enemiga. Pero flechas de color blanco hicieron daño en el cuerpo de algunos de ellos, alguien de cerca les había disparado y ellos no lo habían notado.

Otros sufrieron heridas en el rostro con dardos disparados desde algún punto cercano, sin que pudieran darse cuenta de donde vino aquéllo, estaban rodeados de árboles, nieve densa en el suelo, así como la nevada.

De vez en cuando le disparaban con sus flechas a algo que creían se movía o habían visto, pero no le daban a nada. En cambio, desaparecía poco a poco alguno de aquellos hombres bajo la nieve… sólo lo veían desaparecer para no volver a verlo más.

-¡Esta bajo la nieve! – Gritaron y a continuación empezaron a hurgar en la nieve con sus espadas a ver si podían herir o dar con el responsable de aquella masacre.

Pero la tónica seguía en la misma, sino era una flecha blanca en el cuerpo, era un dardo en el rostro o cuello, o bien una herida en el pie para posteriormente ser arrastrado bajo la nieve.

Finalmente los pocos hombres que quedaron huyeron en distintas direcciones espantados porque consideraron aquello un acto sobrenatural producto de algún demonio de los bosques. Sólo quedaron finalmente los 6 generales en medio de aquel bosque, estaban en un claro del lugar y se prepararon para lo que sabía sería su última batalla. En aquella formación circular que mantenían de repente surgió en medio de ellos aquella figura.

Brinco en medio de ellos un sujeto vestido con túnica blanca de pies a cabeza, con algunas ramas y plantas en partes de su cuerpo, armado con espadas grandes y pequeñas cuchillas. Sólo se le visualizaban los ojos de todo su cuerpo.

Un shuriken arrojado de su mano hacia el rostro de un general fue bloqueado para seguidamente asestar un corte con sus cuchillas de su mano a la pierna de aquel general.

Los demás lo atacaron con sus espadas al mismo tiempo, pero aquel sujeto de blanco también tenia una y se defendió de todos y cada uno de los golpes que le dieron, demostrando que era un experto espadachín.

Con el golpe de su espada también arrojaba shurikens o dardos filosos de su mano. Así gue hiriendo uno a uno a los 6 generales hasta que las heridas de aquellos le fue dando la ventaja.

Despareció bajo la nieve una vez más y entonces volvió a surgir con sus arcos y flechas blancas como la nieve. Con eso hirió mortalmente a dos de los 6 para luego arrojarse con sus ataques de espada… finalmente cayeron privados de la existencia dos de ellos.

Las espadas chocaron una y otra vez, permitiendo medir sus habilidades de los generales sobrevivientes con aquel individuo. Sin embargo, las heridas de los 4 sobrevivientes empezaron a hacer mella. No pudieron ante el mejor equipamiento de aquel sujeto de blanco.

La espada ligera de aquel sujeto hizo cortes mortales en el cuello y espalda de dos generales más, provocando que cayeran fulminados sin vida.

Los últimos dos generales se turnaron para pelear con aquel individuo, pero la espada y cuchillas pequeñas de aquel sujeto de blanco hicieron mella en sus cuerpos. Heridos de forma grave se mantuvieron firmes hasta que uno de ellos fue arrastrado bajo la nieve para finalmente desaparecer.

El último general vio que el sujeto apareció a unos 10 metros frente a él, y los dos se lanzaron uno sobre el otro corriendo con sus espadas al frente. Cuando ya estaban cerca uno del otro, el sujeto de blanco arrojó un shuriken que hizo al general desequilibrar su posición de ataque en la carrera para finalmente dejar un flanco de su cuerpo al descubierto y ahí fue herido con la espada que se hundió en su cuerpo. Finalmente el último general había sido vencido por un sujeto que fue eliminando sistemáticamente uno a uno a todos.

Se dice que Yoshinaka recibió información errónea de que el ejército de los 6 generales ya estaba en las espaldas de los enemigos por lo que confiado ordenó un ataque al amanecer del siguiente día. Pensando que tenia la victoria segura con dos frentes de ataque, pero al llegar el alba del día siguiente atacaron con enjundia y valor a aquel ejército sólo para darse cuenta que estaban solos y que no había nadie que los reforzara en la retaguardia. Por lo que la derrota ante el ejército de sus primos fue un hecho cuando se vio rebasado por la cantidad de hombres que tenían Noriyori y Yoshitsune. Así es como Yoshinaka falleció por las heridas de aquel combate que perdió porque un ninja derrotó al ejército de sus 6 generales, así como a ellos.

Fuente:https://www.facebook.com/NinjaCulture

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