Por Martha Ferreyra
Hoy día parece que la ética marcial y hombría se pierde como todos los principios benignos para los seres humanos. Todos los maestros de artes marciales, instructores, profesores, coash, y practicantes de artes marciales últimamente no observan el código bushido ni sus benévolos principios y están cayendo en esta destructiva práctica de la crítica destructiva o falsedad de lo que afirma, las personas se creen todo lo que esa persona maliciosamente le dice contra esa otra persona sin escuchar a la otra parte como sería justo. Cuando alguien dice algo por las espaldas de alguien, en vez de escucharlo se le debería corregir que eso no está bien, que la persona en cuestión no está presente y no puede defenderse de sus acusaciones.
El verdadero amigo en vez de creer esas acusaciones, intentara que sus amigos hablen personalmente y arreglen sus diferencias con honor como les corresponde.
Cuando alguien sea quien sea, nos viene con críticas destructivas, lo primero que debemos pensar es ¿Por qué no está diciendo eso a nosotros?, luego debemos pensar en que nos beneficia escuchar esas aberraciones contra otros, y por consiguiente deberíamos pensar porque motivo ese individuo decidió hacer este mal diciéndonoslo a nosotros, ¿tenemos la mala costumbre de escuchar las criticas destructivas de los demás sin cortar a la persona? ¿Somos nosotros los que le dimos pie para que se sienta cómodo despellejando a los demás?, estas y muchas otras preguntas deberíamos preguntarnos a nosotros mismos y luego al criticador, ¿en qué me beneficia escucharlo y apoyarlo? Y ¿en que se beneficia al criticador? Realmente las criticas destructivas benefician a alguien, o como sería de esperar? Realmente cuando alguien nos viene a decir algo malo contra alguien deberíamos pararlo inmediatamente y decirle que nos lo diga cuando la persona en cuestión este presente y pueda dar explicaciones y defenderse, recordar que solo los cobardes atacan por la espalda, y te gustaría tener un maldito traidor como amigo? Recuerda que lo que alguien dice de otros por la espaldas cobardemente, algún día podría decirlo de ti o de algún ser querido. Maestro José Coello. J.C.L.
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